
Los hábitos saludables más recomendables para prevenir enfermedades neurológicas
2020-10-22
El estilo de vida y la actitud con la que se afronta la vejez es esencial para mantener una óptima calidad de vida. No obstante, a medida que se cumplen años, aumenta el riesgo de deterioro en la capacidad de atención o rendimiento de la memoria.
En este sentido, hace cuatro años la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó un Informe Mundial sobre Envejecimiento y Salud(1) introduciendo el concepto de capacidad funcional como parte del Envejecimiento Saludable. De este modo, envejecer de manera saludable no solo significa envejecer sin enfermedades, sino que también contempla “la capacidad de hacer durante el máximo tiempo posible las cosas a las que damos valor”.
No obstante, la capacidad de una persona para seguir realizando sus tareas cotidianas dependerá del desarrollo de ciertas enfermedades neurológicas, cuyo tratamiento y prevención se consideran el reto del XXI. Ante esta realidad, es fundamental adquirir unos hábitos que consigan prevenir y retrasar la aparición de este tipo de patologías.
“Los hábitos de vida saludables, como la lectura o la actividad física, no solo contribuyen a mejorar la salud mental, sino también emocional de las personas”
Un estudio publicado en el American Academy of Neurology(2) analiza y relaciona la calidad y la cantidad de actividades y ejercicios mentales con el riesgo de deterioro cognitivo. Concretamente, evalúa los hábitos de los mayores de 70 años durante un periodo determinado, tales como la lectura, el uso del ordenador y actividades más sociales que implican interacción directa con otras personas como ir al cine.
Asimismo, la idoneidad de una actividad u otra a la hora de prevenir las enfermedades neurológicas se ha analizado según varios parámetros de frecuencia y cantidad. Las conclusiones del estudio evidencian que a mayor número de actividades realizadas durante la vejez, menor riesgo de desarrollar enfermedades del cerebro. Y más concretamente, la investigación reafirma que aquellas actividades que ya se realizan durante la mediana edad deben seguir haciéndose con mayor periodicidad en la vejez.
Estas evidencias científicas, en el caso concreto del Alzheimer, también se han demostrado a través de otros estudios. Investigadores de la Universidad de Rush, en Chicago (Estados Unidos), demostraron que las personas que realizan actividades de estimulación cognitiva con una frecuencia elevada tienen un riesgo 47% menor de desarrollar enfermedades como el Alzheimer en comparación con las personas que no las realizan(3).
El binomio entre salud mental y emocional de la persona
Tal y como afirman expertos en salud, las actividades de ocio producen una estimulación cognitiva que a su vez puede inducir cambios funcionales o estructurales en el cerebro.
De la misma manera, la adquisición de hábitos saludables no sólo contribuye a mejorar la salud mental sino que también influye en el bienestar emocional de las personas. Combinar las actividades anteriormente mencionadas con la actividad física o una dieta saludable ayuda a promover una vida activa y un mayor envejecimiento saludable.
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Referencias:
- Informe Mundial sobre envejecimiento y salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS). URL: https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/186466/9789240694873_spa.pdf;jsessionid=C14C2D13B50850712212967A26861B42?sequence=1
- “Quantity and quality of mental activities and the risk of incident mild cognitive impairment”, National Center for Biotechnology Information. URL: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6710000/
- Participation in cognitively stimulating activities and risk of incident Alzheimer disease. National Center for Biotechnology Information. URL: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11851541